4.10.09

En tu silencio habita el mío.

Su voz comenzaba a confundirse con el viento cuando le besé, cuando supe quien era aquella,que tras su rostro alegre se encubría en una persona superviviente. Alguien totalmente aislada de la gente. Cansada por el paso de sus pocos años, acostumbrada al no saber, no poder o quizás al no querer.



En un beso me dijo todo lo que calló, lo que gritó fuertemente, lo que todos oían pero nadie escuchaba.Mirandome a los ojos suplicó mi ayuda, esa que tantas veces habia necesitado y que yo, tontamente, no habia percibido.Como un habitante más o quizás como uno completamente distinto y especial le rodeé los aquellos brazos que tanto añoró.Su aspecto cansado que me transmitió al tocarle cambió, se tranformó. Se esfumaron sus penas y hundimientos como si de un estornudo se tratase, una desintegración colectiva de problemas.
Vimos volar sus ahogos.
Se ivan lejos, muy lejos.
Para no volver.

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