La ley de la oferta y la demanda.

Estamos sumergidos en un mercado libre. Se ofrece un determinado producto a un precio al que puedes acceder fácilmente pero a su vez, es demandado por miles de consumidores en el mercado. La oferta es directamente proporcional al precio. Ellos pueden ganar, pueden consumir... pero no se pueden permitir escoger condiciones. Cuanto más alta sea la demanda el precio subirá y quizás nunca más puedan comprarlo. Los consumidores demandan el peligro de extinción del amor, demandan sonrisas, caricias, abrazos... Pero sus demandas son inversamente proporcionales al precio y deberían tener más cuidado. Esto no es un juego.
Cuantos más consumidores desean, uno sube el precio y el otro, trata de rescatar su producto. Ese producto puede caer, y podrá conseguirlo pero es cierto que también puede subir y nunca más podrá llegar a tenerlo...
No importa. Me como una y cuento veinte.
Para nosotros seguirá siendo un juego y en nuestro juego, todo vale. No hay reglas.
Nos seguiremos moviendo por la ley de la oferta y la demanda.

Alguien que te despierte por las mañanas. Alguien que no entienda de razones más que no soltar tu mano. Alguien a quien no le importe lo demás, a quien le baste mirar para hablar. Alguien a quien no tengas que preguntar para besar.
Que te lleve al infinito, que te muerda, que te arañe, que te estire del pelo. Alguien que comprenda lo que es sentir, que no juegue sin saber, que actue sin pensar pero despacio, sin hacer daño...
Alguien que te de las buenas noches. Alguien que te quiera. Algo seguro.
Alguien como ella, pero sin ser ella...

Me quedaría la noche entera devolviendote la mirada. Dejaría todo de lado por tu risa. Te cantaría al oído mis mejores letras y escucharía tus latidos mientras tu me besas.
Buscaría la forma de que no te fueras.
Seríamos luz. Seríamos fuego.
Déjame dormir contigo.

- Y dime... ¿qué es lo que más te gustaría hacer ahora mismo?
- ¿Lo que más me gustaría? Pues si contesto sin pensar, me gustaría que me dijeses que me quieres de verdad, que aquel día no terminó nuestra historia sino que empezó todo, que no has dejado de pensar en mí y que has buscado la forma más disimulada de venir hasta aquí para encontrarte conmigo, porque necesitabas que supiera que aunque ahora vivas lejos, sigues estando a mi lado.
- ...
- Pero pensando en la realidad y en la mierda que nos rodea, no sé, si quieres podemos ir a tomar un batido o pasear por cualquier parque mientras yo te miento con lo bien que me ha ido sin ti.

Hay ciertas cosas en la vida que suceden porque sí, pasan de largo y ya está. No hay más. No existe ninguna explicación científica, psicológica ni situacional que sea capaz de analizarlo. Quizás sólo sea la casualidad o únicamente el despiste de un descuido que parecía casi seguro.
Como un espejo que cae al suelo y se rompe. Cada uno de sus trozos afilados se te clava haciéndote sangrar partes de tu cuerpo que ni siquiera sabías que existían. Su sonido te hace sordo a lo que te rodea y al mismo tiempo, te miras en los que han quedado tirados por el suelo. Es tu reflejo. Eres tú, roto. Y le prometes que nunca más lo dejarás caer ahí abajo y te prometes, que jamás volverás a tener que curarte.
Tendrás una herida sin cicratizar. No confiarás en tu dolor pero los trozos que dejaste te pincharán cada vez más suave, cada día más lejos. Ya no volverás a hacerte daño.
Y ya está. Sucede porque sí. Revivirémos para reconstruir el espejo, buscarémos sus partes y nos mirarémos sin complejos. Sin miedo.

No quiero.

No quiero volver a tener que esperarte nunca más. Pero,¿sabes cuál es el problema? que lo haría. Lo haría las veces que hiciera falta. Escucharía tus mentiras y me iría a dormir como si fuera la primera vez. Perdonaría cada una de tus palabras sabiendo que no lo sientes. Me engañaría, me llenaría de recuerdos, y me derritiría por verte feliz a mi lado...
No quiero sentirme el más afortunado de algo que ni siquiera existe. Ya no quiero volver a sentir tu aliento. Ni quiero necesitar tus cosquillas para poder sonreír una vez más. No quiero escribir una historia en la que sólo existen los finales, una maldita historia en la que sólo existe el miedo. No quiero volver a tener que hacer como si no me importara, no quiero disimular.
No quiero mentirte, pero tengo que hacerlo...
No quiero que vuelvas.

Ha cambiado. Sus labios ya no están hambrientos de deseo. Sus ojos ya no me buscan, ni su nariz recorre mi cuello. Su pelo ya no es el mismo, parece más mayor...más mujer. Ya no necesita parar el tiempo cuando está a mi lado. Nuestro futuro ahora es sólo suyo, su futuro...
Ya no me quiere.

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He roto infinitos corazones.

He matado cientos de sonrisas.

Y ahora busco carretes de fotos perdidos en otro mundo. Busco un corazón limpio que ensuciar. Quiero querer y besar todas las estrellas que en el cielo se mantienen iluminando tu sonrisa. Crear. Crear imagenes, música y luces. Sentir que vivo rodeado de palabras sin sentido, las que cada día bailan en mi cabeza una inagotable canción, un largo poema. Deseo escribir con pluma y tintero una lista de deseos del mundo y que se cumplan cada uno de ellos. Quiero gritar cuando esté en el pico de una montaña y llorar comiendo helado en la cocina a media noche. Mirar a la luz y poder estornudar sin dar las gracias. Sin molestar.

Noche diferente. Han sido cuatro días sin entrar en casa, cuatro días llenos de música, de luces, de chocolate, llenos de gente... Cuatro días que se terminan con demasiado ruido distinguiendo el silencio de cerca. Parecen no acabar nunca, quieren parecer eternos, inmortales pero sin embargo, buscan  desesperadamente el fin entre la multitud.

Y ahí está ella, cansada pero contenta, no sabe muy bien por qué, o quizás no quiera saberlo. Mira el trasluz de su pelo intentando evitar mechones revueltos, no es que quiera estar perfecta, pero le gusta sentirse bien, poder sonreir sin complejo y mirar segura a la verdad. No lleva puesta su camiseta preferida, no espera ver a nadie pero no le importaría porque, aún así se siente guapa, se siente especial.

Más lejos hay alguien, nadie importante. Ella le ve. Él no se da cuenta. Se para el mundo, se acelera su corazón. No se atreve a decir nada, no está segura. Tirita el silencio en su garganta, traga saliva y mira hacia otro lugar.

Y no se muevan de su asiento que ahora es tiempo para disfrutar del vuelo.

Buenos días señores pasajeros

Le damos la bienvenida al vuelo 397 con destino al amor. La duración estimada no es importante, basta con mirar los ojos de su acompañante.

Por motivos de seguridad y para evitar interferencias con los demás pasajeros será conveniente hablar muy bajito durante el vuelo y susurrar al oido durante el despegue.

 A continuación vamos a proyectar un vídeo con las medidas de seguridad que son necesarias para vuestro viaje. Siguiendo las normas de aviación civil vamos a efectuar una demostración sobre la localización de las salidas de emergencia, los besos salvavidas, las miradas de oxígeno y los cinturones de seguridad.

Los besos salvavidas están situados en el fondo del corazón, pero no deben utilizarse a menos que sea necesario. Para usarlos, previamente hace falta una mirada de oxígeno. Sí,  de esas que dejan sin respiración (la podrán encontrar colgando en sus pestañas). Seguidamente se pasa el brazo alrededor de la cintura y se engancha bien fuerte.

Cada asiento está provisto de un cinturon de seguridad que deberá abrocharse siempre que  su en su barriga sienta cosquillas. El cinturón se abrocha y desabrocha facilmente por lo tanto, deberán cuidar sus acciones. 

Por favor, lean detenidamente las instrucciones de seguridad que encontrarán en el bolsillo delantero de sus asientos. En caso de duda, consulten únicamente a su corazón.

No nos queda más que desearles...¡buen viaje!

cada momento vivido, cada maleta cerrada.

Contarte que cada beso perdido me enseñó que no tengo por qué ser diferente a lo que realmente soy, y convencerte de me convertí en luchadora de los incontrolados  sentidos que clavijaban mis deseos. Esos que,finalmente, me derrotaron.

Nadie podrá con nosotros.

Juguemos a un juego. Hacernos daño será el único fin, romper cristales serán nuestras sonrisas. Caer rendidos será el premio, nos coronaremos con el corazón y nos daremos las gracias con silencios llenos de mentiras .Morderemos otros labios por vernos derretir.
Nadie podrá con nosotros. Somos la noche entera.

No existe

Que la lluvia es demasiado fría para mojar nuestros labios y que mis alas son demasiado cortas para volar sobre las nubes. Que no importa lo cerca que estemos, porque entre nosotros siempre existirán millones de años luz.

Palabras arrepentidas de ser descubiertas maldecirán el momento en el que el viento confundió el silencio con la locura, el olor con la pasión, las miradas con la tranquilidad de que un día, todo estaría en su lugar. El peligroso lugar en el que todo se queda pequeño, el lugar donde quedan infinitas cosas por compartir... un lugar, que todavía no se ha inventado. No existe.

Según quien cuente NUESTRA historia.

ellos
Confían en sus mentiras,no creen en el amor y saben que pueden vivir el uno sin el otro. Juegan sin saber por qué, aman en escasa medida. Caminan arrastrando los pies forzosamente por llegar al otro lado. 
sí... ellos sólo se quieren.


vosotros
Creéis volar por encima de las nubes, os miráis pensando en no pensar lo que pensáis pero existe un miedo que os descontrola, os incita a inventar locuras.
pero sí... vosotros sólo os queréis.


nosotros
Volamos y nos besamos como nadie, nos aguantamos la mirada durante horas y nos basta con oírnos respirar. No creemos en las mentiras, porque nunca han existido entre nosotros. Nos cantamos muy bajito y no lo hacemos nada mal.
Nosotros no sólo nos queremos, es algo más. Estoy seguro.


Nuestra historia no siempre es la más cierta, ni la más verdadera. Pero es nuestra.

Y vamos a olvidar, lo fácil que se olvida.

Siete vidas se marcharon, rompiendo lo que siempre imaginamos. Cinco días nos bastaron para descubrir los sentidos inconexos que desperaba tu mirada.

Me has mojado el corazón y lo has manchado, agujereado, apretado y arrugado. Lo que tú no sabías, lo que nunca supiste... La desmesurada pesadez de cinco mil te quieros, uno detrás de otro. Así, sin pausa.
No sabes y no quieres saber. Marchate y no me quieras sentir cerca nunca. Nunca más. Acumula recuerdos, devuelvelos al presente, cree en mí. Vuelvete para gritar mi nombre y date cuenta de que hoy ya no. Ya no estaré para cuando tú decidas volver.

Cuando eramos reyes...

Nadie es mejor que nadie.
Un loco que recuerda una fantasía cuando no estás.
Si tú vuelas, yo vuelo... pero si tú mientes, yo miento.

Los malos momentos no están hechos para ser nuestros.

Casualidad que rozó vuestros besos, casualidad que provocó tus ganas de volar, que mató tus ganas de llorar. Más allá de lo que quieres, está lo que sientes. Dulce descaro de enamorado, maldita sensación de no querer despertar nunca.

Las tormentas no impiden que tú vueles, no ayudan a que tú no llores. La lluvia sólo es capaz de camuflar tus lágrimas desdichadas, tus gritos y tus te quieros en silencio.

Grita, silba, sonríe y cántale en la cara. Bésale sus mejillas, mordisquéale los labios y luego díselo como nunca antes lo hayas hecho.
            
      - Te quiero.

Vértigo.

Volverás sin saber por qué, o quizás sabiendo que todas las respuestas solo te las puede dar una persona... y es él.


- Nunca hicímos nada para que esto fuera menos difícil.
- Es cierto...
- Y ahora ¿Qué es lo que me queda? Montones de recuerdos que deseo olvidar, cientos de canciones que me condenan a seguir viviendo del pasado.
¿Sabes? Me basta un solo momento para tocar el cielo pero me surgen millones de problemas para hacerlo.
- Y dime, ¿cuáles son esos problemas?
- Que tú ya no estás aquí.

Aunque tú no lo sepas.

Habrán momentos en tu vida, donde creerás ser el más feliz de los supervivientes de este mundo de diferencia, odio y competencia. Sí, no te importará ser el que menos tiene, porque con ella lo tendrás todo. Pintarás estrellas en las cabezas de otros y tendrás el poder de demostrar a aquellos que no creen, que las sonrisas no entienden de motivos, que si alguna vez no fuímos unánimes a ellas, ahora ha llegado el momento. El momento de sonreír por todo... sonreír por nada.

Con la luz del universo.

Dos dedos de frente. Solo dos dedos y nada volverá a ser como antes. Un instante que podría cambiar la órbita de los planetas...

En un cruce desfilan atropellos a cualquier peatón orientado. El mundo se cae, pero tú hace ya tiempo que no vives en el. Las farolas se apagan y nada queda del suave beso bajo su luz. Ya nadie navega en mares desconocidos sin advertir con prioridad el deseo de lo no vivido, el deseo de lo recorrido... de lo que les queda por recorrer.
Una luciernaga nos intenta explicar que todavía se halla luz en el infinito, que las cosas no terminan aquí. Que habrá un final, es cierto, pero que aún nos quedan días de los que disfrutar. Días para poder jugar con la luz del universo...

DQMQ...

No imaginaba un segundo más sin confundirse con lo que realmente empezaba, procuraba satisfacer la necesidad sincera que le devovía al pasado. Jugaba con palabras intentado evadirse de una realidad deseada. Sentía no querer sentir nada, sentía sentir más de lo que quería...

Rasca sus ojos aturdidamente, se divierte enredando mechones de pelo ajeno, buscando un ombligo que besar, examinando la autenticidad de sus sentidos. Pide a gritos de silencio, locuras inolvidables, miradas interminables...
Ahora quiere sentir más de lo que siente, sentir que quiere seguir sintiendo lo que empieza. Ahora ya no tiene miedo, o eso piensa...

LUNA.

Buscaba una término exacto,una palabra que la definiera a la perfección.Se me ocurrían tantas y a la vez tan pocas...Nunca la conocí como quise.Nunca estuve a su altura, pero le tenía un cariño asombroso.Sin nisiquiera pensarlo, me sorprendía una y otra vez con sus palabras..............


Única.No existía palabra con una definición tan exacta para la que yo llamaba “el día, la noche, el Sol”....o la Luna.

Lo que tú quieras oir.

Primavera no muy lluviosa se respira en Barcelona. Un tren llega a las nueve de la mañana y comienzan a descender ruidos, personas y maletas. Algún que otro paraguas vuela de las manos de la gente por si acaso cae un chaparrón imprevisto.
No es que viaje a su ciudad por gusto, tampoco es que no le guste su ciudad, pero prefiere descubrir lugares con encanto que la gente no conozca...

Esta es la historia de alguien que sin querer evitarlo, perdió la cabeza, y con ella su corazón... Quiso saber y sentir lo importante que podía llegar a ser, lo orgulloso que estaría de él mismo si conseguía lo que quería. Las cosas no siempre salen como uno espera, y más que cualquier otro, él lo descubrió. Quiso ir más allá y precisar un último instante que le diese por vencido. Un único momento que le devolviese a la realidad.

...
Todavía hoy rescata motivos para volver al pasado, libera palabras que le hagan sentirse mejor, aunque él sabe, que como de costumbre, las cosas no siempre salen como uno espera.

...

Cuando te despiertes nada de lo que has soñado será realidad. Tus promesas rotas descansarán en cajones llenos de recuerdos, recuerdos olvidados de un pasado cansado por el peso de los pocos años recorridos. Silencios llenos de palabras no del todo desordenadas, inundarán todos los lugares donde alguna vez tú reiste. Se acortarán los días, las noches se harán interminables. Arderán las estrellas, caerán desde el cielo, impedirán tu huida...