Siete vidas se marcharon, rompiendo lo que siempre imaginamos. Cinco días nos bastaron para descubrir los sentidos inconexos que desperaba tu mirada.
Me has mojado el corazón y lo has manchado, agujereado, apretado y arrugado. Lo que tú no sabías, lo que nunca supiste... La desmesurada pesadez de cinco mil te quieros, uno detrás de otro. Así, sin pausa.
No sabes y no quieres saber. Marchate y no me quieras sentir cerca nunca. Nunca más. Acumula recuerdos, devuelvelos al presente, cree en mí. Vuelvete para gritar mi nombre y date cuenta de que hoy ya no. Ya no estaré para cuando tú decidas volver.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario