11.10.09

Un día en el mundo.

Quizá nos sintamos un poco más fuertes si al subir al tren cogemos un libro y inventamos que leemos... algo tan encantador que ni siquiera nos interesa, pero nos convencemos y tratamos de aspirar a más. Ponemos caras de asombro y de vez en cuado reimos, para que así, si hay alguien que nos este observando desde cualquier rincón del vagón, pueda creer que tú eres uno más.



Pero no te das cuenta y examinas tu alrededor, nadie te mira... sabes que prefieres cerrar el libro y escuchar música, pero te demuestras que posiblemente la gente no piense que lo que estas escuchando es poesía... Poesía cantada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario